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"Castillo está demostrando ser más hábil de lo que se pensaba"

Entrevista de Cristian Rebosio a Mauricio Saravia, experto en investigación de mercado.

Publicado: 2021-06-29
En medio de los airados reclamos por parte de los simpatizantes de Keiko Fujimori y la postura vigilante de aquellos que respaldan a Pedro Castillo, el final de este inusual proceso electoral parece estar cada vez más cerca. Sin embargo, la polarización que atraviesa el país desde antes del 6 de junio no terminaría con la proclamación del ganador. En esta entrevista, Mauricio Saravia, experto en investigación de mercado, analiza los aspectos más resaltantes de la campaña y el panorama que le espera al Perú tras el 28 de julio.

A pocas semanas de la primera vuelta, se podía observar candidatos presidenciales con muchas dificultades para llegar a los dos dígitos en las encuestas, ¿cómo se pasó de una elección que parecía no despertar gran entusiasmo en la población a una situación tan polarizada como la actual?
Lo primero es que tenemos un espacio electoral en el que pasan dos candidatos y se construye una nueva narrativa en la segunda vuelta. Efectivamente, la mayoría de candidatos no llegaban a los dos dígitos, pero eran dieciocho candidatos. Al ser tantos es difícil no tener una fragmentación del voto, máxime cuando tenías partidos tradicionales, como el Apra y PPC, que tuvieron errores de inscripción y no participaron. Además, cuando en la segunda vuelta tienes posiciones tan extremas, es lógico que hayan adhesiones hacia un lado y otro. La segunda vuelta te fuerza a esta confrontación y exclusión del otro porque tenemos discursos tan diferentes que necesitan anularse para afirmarse. La elección pasada no ocurrió eso porque tenías a Pedro Pablo Kuczynsk contra Keiko (Fujimori) y, si bien habían ciertos elementos que los hacían diferentes, nadie discutía el modelo y la sensación de país. Hoy, tenemos un panorama diferente con un candidato del interior y menos del establishment político.
¿Esta confrontación y fuerte rechazo por ambas partes, hacia el fujimorismo y la izquierda, puede llevar a que veamos más personas involucrándose en política durante los próximos años o eventualmente se girará hacia un clima apolítico?
Si no existiera el Congreso, volveríamos a la situación apolítica. La gente en el Perú descarga todo su potencial político a través del voto. Pero una vez que eso pasa, la política deja de ser relevante. Lo que haga el presidente y los políticos me tiene sin cuidado, porque no tiene una repercusión directa sobre mi vida. La gente que tiene poder adquisitivo va a poder seguir disfrutando de sus beneficios y la gente que no tiene nada seguirá en la nada. Pero la variable del Congreso y de un posible escenario de confrontación de Ejecutivo y Legislativo no va a mantener tranquilo a nadie. Por otro lado, tienes la emergencia de un espacio de participación de una derecha que nunca lo había tenido y está volcada a las calles. Hoy, están apostando por tratar que Keiko (Fujimori) gane la elección, pero también se vio la validación de Rafael López Aliaga como un nuevo líder de una derecha que está un poco más dispuesta a pelear en la calle. No creo que nos vayamos a un escenario apolítico sino a un espacio de confrontación que va a durar mucho más del 28 de julio.
¿Nos podríamos encaminar a un país con mayor confrontación sin mayor militancia en partidos?
Lo que veo es un movimiento ciudadano reactivo pero no propositivo. Sacar a Manuel Merino en noviembre del 2020 no devino en una plataforma política congruente, no hubo nada que aprovechara ese movimiento. Tanto así que buena parte de la gente que se opuso a la figura de Merino no creo que haya votado por una opción progresista. Muchos votaron por Hernando De Soto o Rafael López Aliaga.
¿Los partidos políticos se están esforzando por convocar a los peruanos para que se involucren o están esperando que la gente los vaya a buscar?
Cuando se mira a los partidos políticos, uno se pregunta qué hacen. Vienen enfrascados en discusiones hacia adentro y no son convocantes. El esfuerzo más interesante, en términos de convocatoria, lo hizo el Partido Morado, pero terminan las elecciones con un cuestionamiento a la dirigencia y la renuncia de una buena parte de sus militantes. Si ese era el partido moderno con una nueva forma de hacer política, el que convocaba a los jóvenes y tenía un desarrollo más orgánico y metido en la realidad del país, qué le espera al Apra, PPC o Acción Popular. Hay imágenes interesantes. Juntos Por el Perú intentó brindar la idea de una izquierda moderna, el Partido Morado y algunas voces en torno a Forsyth, como Jorge Nieto. Pero son partido que te dicen “ven y ayúdame”, no es “voy a ir donde estás tú”. Entonces las formas de convocar son formas que están en crisis y no convencen a nadie.
¿Existe el miedo al comunismo en el Perú o es un miedo que el fujimorismo intentó instalar?
Hay un miedo al comunismo como palabra y lógica. Es un miedo a que les quiten cosas y cambiar la lógica del crecimiento individual, en donde yo me defino en función a lo que voy consiguiendo en la vida (comprarse un auto o pagar la educación de los hijos), y la narrativa del progreso. Pero quien genera esa amenaza no es el comunismo como tal sino una candidata diciendo que les van a quitar todo. Hay una ignorancia con respecto a lo que significa el término como tal y lo primero que viene en términos de significado es lo que asumimos como verdad. Ahora estamos en el plano de condenar ideas y eso es peligrosísimo. El almirante Jorge Montoya ha dicho que va a plantear un proyecto de ley para evitar que el comunismo pueda participar en las elecciones. Eso es muy fuerte cuando la mayoría no sabe lo que significa el comunismo y, por ausencia de significado, lo asocian con Sendero Luminoso. Si algo resalta la campaña de Fujimori, en esos términos, fue que Lima y algunas ciudades de la costa norte logran adherirse a su campaña por esa narrativa, pero también por eso en el sur y en la sierra es un discurso que no prende.
En la más reciente encuesta de IPSOS, un 43% dijo votar por Pedro Castillo porque quería un cambio y solo un 27% para que Keiko Fujimori no llegue a la presidencia. ¿esta elección muestra que se consolida el pedido de un cambio y no solo explica por el rechazo a Keiko Fujimori?
Si haces una lectura de las encuestas antes de la elección, se veía lo mismo. Claramente, el voto por Keiko Fujimori era un voto negativo. Votaban porque no querían que llegue el comunismo, mientras que el voto por Castillo era afirmativo y lo veían como un cambio. Una cosa es que Keiko tenga un antivoto muy alto y otra es que se justifique el voto por Castillo solo por ese antivoto cuando fue un voto afirmativo por lo que representaba el términos de imagen. Eso le permitió a Castillo no bajar nunca del 40% de intención de voto.
Aunque en las primeras encuestas se observó una gran diferencia entre Pedro Castillo y Keiko Fujimori, con el paso de las semanas se redujo considerablemente, ¿en qué momento la candidata del fujimorismo se estancó y por qué?
Lo máximo que se puede llegar en una elección es al 100%. Entonces, tienes un candidato que tiene 40% y le queda por jugar 60%. Ese porcentaje se lo jugó Keiko Fujimori y su punto de partida fue 30%. Fujimori busca al votante indeciso con una campaña de miedo haciendo creer que hay una opción (Castillo) que es moralmente mala y los va a dejar sin nada. Esa campaña nunca logró bajar a alguien del 40%. Tres semanas antes de la elección, se sabía que Castillo del 40% no bajaba. Entonces, Keiko había logrado subir ese 30% a un 36% y la base que le quedaba para capturar votos era cada vez más pequeña. Ahí es cuando Keiko comete su error más grande, renunciar a todo eso que ahora reclama como votación. Renuncia al sur y a la sierra en general, y la ataca diciendo que son terrucos. Tiene una mirada del interior que claramente dice “yo perdí ahí y me voy a dedicar a Lima y el norte”. Ahí se estanca. Pero ese estancamiento tampoco fue totalmente. Ya no ganaba 5 puntos en una semana sino medio punto por semana y eso le permitió llegar a la última semana empatada. La elección la define las zonas en que las encuestas no puede llegar, en donde hay una votación muy fuerte por Castillo.
¿Fue un acierto que la campaña fujimorista sume a personajes como Vargas Llosa y los jugadores de la Selección Peruana?
Sin ellos, Castillo se la llevaba más fácil. No significaron votos por ellos mismos, pero sí un control político de la campaña un poco más sesudo. Le sirvió para capturar un poco más de credibilidad que es algo que necesitaba a gritos. Gente como los futbolistas es otro plano, porque es adueñarse de un símbolo peruano. Si estás a favor de Keiko, lo aplaudes, pero si estás en contra, lo rechazas de una manera muy visceral. Figuras como Vargas Llosa, Cateriano y gente más de centro y tecnócratas, como Luis Carranza o Carlos Neuhaus, sí le aportan un sentido de credibilidad. Porque el círculo más cercano de Fujimori, Patricia juarez, Luis Galarreta o Miguel Torres, eran lo que llaman la mismocracia. Quien no le aporta nada es Kenji Fujimori. Cuando este aparece en el mitin en Santa Mónica, la encuesta de Datum muestra que el 70% pensó que eso era una estrategia de campaña. Justamente ahí la tendencia creciente de Keiko en las encuestas se abre y pierde 2 o 3 %. Porque se metieron con algo que para la gente es muy relevante, como lo es la familia, y si algún pasivo tiene Keiko Fujimori es el tratamiento que le da a la familia.
¿Cuánto tiempo más podrá durar el discurso del fraude?
No le doy mucho más. Hoy ya se ve más como una pataleta. Creo realmente que, cuando Datum saca su encuesta hace una semana, la gente todavía se estaba debatiendo si había fraude, pero hoy la encuesta que saca Ipsos es más clara en que no hay fraude. No me preocupa tanto la reacción de Keiko Fujimori cuando proclamen presidente a Pedro Castillo, porque lo que tendrá que hacer es una estrategia legal para salvarse de la cárcel, lo que sí me preocupa es este otro lado de la derecha conservadora que quiere tumbarse a Castillo antes que asuma.
¿Se vendrán cinco años con muchos pedidos de vacancia?
Creo que en agosto van a presentar la moción. No tengo ninguna duda que están construyendo un discurso que habilite la vacancia. Eso se lleva al Congreso y políticamente se resuelve que hay razones para la vacancia moral de Castillo porque no es legítimo presidente.. Sin embargo, puede haber cierta luz de esperanza si el centroizquierda se une en un eje articulador que puede ser la gobernabilidad y le hacen frente a este grupo conservador de derecha de Renovación Popular, Fuerza Popular y Avanza País. Es la única manera que yo veo este país pueda tener algo de paz y Castillo dure los cinco años. Creo que Pedro Castillo no va a terminar su mandato y eso va a ser terrible.
¿Pedro Castillo podría adoptar una postura moderada para que se forme esta coalición en el Congreso y pueda gobernar con mayor tranquilidad?
Lo espero. No sé si sea capaz. Castillo está demostrando ser más hábil de lo que se pensaba. Se le considera precario sin capacidades de concertación, pero el discurso de ayer ha sido muy claro. El afirmar a su vocería como sectores más moderados, con Pedro Francke y Hernando Ceballos. Está planteando un discurso muy interesante y, además, Cerrón va a llegar muy debilitado al 28 de julio. La otra posibilidad, y también es un escenario posible, que se radicalice más. El gran problema de Ollanta Humala fue que se olvidó de su plataforma de primera vuelta y Castillo no puede hacerlo, tiene que ser un gobierno de izquierda. Tiene que buscar ese punto medio que no sé exactamente por donde está, pero tiene que buscar ese espacio para tener un gobierno más o menos exitoso.
En la campaña para la primera vuelta se vio a la candidata Verónika Mendoza buscar ese punto medio, pero eso también la llevó a perder apoyo en el sur y otros lugares que esperaba una mejor votación para ella, ¿podrá Castillo puede buscar ese punto medio sin perder el respaldo de sus votantes?
Hay que diferenciar el plano de la elección del plano de gobierno. A Verónika Mendoza eso le costó, en cierta medida, perder la elección. Pero desde la lógica de gobierno puede ser una opción más interesante. No lo planteo como un gobierno de centro, pero que sea como una izquierda moderna que pueda discutir y no una que se niegue de plano a la búsqueda de consenso.
¿Considera que Vladimir Cerrón va a ceder ante esta moderación de Castillo?
La gran oportunidad que tiene Castillo con Cerrón son los problemas judiciales con los que va a llegar al inicio del gobierno. No lo veo con capacidad de ceder. Lo que sí veo es que no va a tener mucha capacidad de acción. Va a estar muy complicado en temas judiciales y su capacidad de presión va a estar muy mermada por eso. Pero no lo veo con ganas de ceder ni de ponerle paños fríos a las cosas.
Pero Vladimir Cerrón contaría con la lealtad de varios integrantes de la bancada de Perú Libre, ¿esto no lo mantendrá influyente pese a sus problemas con la justicia?
Pero el juego político no es de lealtades sino de hegemonía. Se van con el que pueda demostrar más poder. Si Cerrón quiere mantener esa hegemonía tiene que ceder necesariamente, porque en la cárcel no va a poder mantener nada y esa bancada se va a ir con Castillo. Ahí el juego de quién va a ofrecer más posibilidades de desarrollar un proyecto va a primar. No veo una bancada cerrando filas al 100% con Cerrón. Si Cerrón está debilitado, las principales figuritas con las que cuenta van a necesitar una estrategia alternativa.
¿Cómo ve el futuro del fujimorismo tras estas elecciones en las que perdió en segunda vuelta por tercera vez? ¿Seguirá con Keiko Fujimori al frente?
Son un partido que se basa en la dinastía Fujimori para poder existir. La derecha tiene muchísimas opciones de subsistencia. Hay que tener cuidado con López Aliaga porque está quedando un conjunto de gente tan importante como peligrosa y no tengo claro qué va a pasar con el fujimorismo. Sobre todo si algo de condena le va a caer a Keiko Fujimori y eso, probablemente, termine debilitando al partido. Eso va a terminar siendo absorbido por este otro grupo. No le veo mucho futuro en el corto plazo y, en el mediano, habrá que ver.

Escrito por

Cristian Rebosio

25 años / Comunicador / Lima, Perú / Twitter: @crebosio95


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