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“El discurso de Cateriano fue para Confiep”

Entrevista de Cristian Rebosio a Arturo Ayala, subsecretario general de Patria Roja. Imagen: La República

Publicado: 2020-08-25
El drástico aumento de contagiados y fallecidos tras la continuidad de la reactivación económica, el levantamiento de restricciones y los problemas en la entrega de bonos han dejado al gobierno tanto como al modelo económico de las últimas décadas en el centro de las críticas. La izquierda es uno de los sectores que insisten en un cambio urgente que ayude a los sectores más golpeados por la pandemia e implemente un modelo que le permita al país corregir las falencias expuestas por la crisis sanitaria. En esta entrevista, Arturo Ayala, subsecretario general de Patria Roja analiza las acciones del gobierno y el futuro de la política peruana.

¿Por qué al país le está costando tanto controlar el avance de la pandemia?
Se tomaron medidas interesantes al inicio, pero fueron desmanteladas por la influencia de los grupos empresariales que empezaron a reclamar por la reanudación de actividades económicas. Nuevamente estos sectores ponen sus intereses por encima de los del país. Desde la izquierda hicimos varias propuestas, como el bono universal, pero se focalizó, demoraron y fue un desastre. Luego de treinta años de gobiernos neoliberales, estamos ante un Estado incapaz de realizar actividades como la entrega del bono o el cuidado de la salud porque lo han desmantelado en favor de los intereses de los privados. Nosotros advertíamos que si no se tomaban medidas de corte social, la situación iba a terminar desbordando.
¿Se debería aplicar una cuarentena con la entrega de un bono universal?
El bono anunciado por Martín Vizcarra no ha entusiasmado a mucha gente por la experiencia previa. Cómo el Estado no sabe quiénes son los pobres y dónde están. Pero veo bien difícil que vuelva una cuarentena. Hace rato que debería haberse tomado esa medida, pero los intereses de quienes lucran en estos momentos, como la Confiep, han influido en las decisiones. Incluso el actual Primer Ministro era proclive a ello hace algunas semanas, pero hoy ya no lo reitera.
¿El colapso del sistema de salud podría llevar a que el gobierno considere esta alternativa?
Sería un momento de racionalidad en este gobierno. Quiero equivocarme, pero no creo que tomen esa medida. Es un gobierno arrinconado, sin partido político, sin bancada y sin movilización social.
¿El gabinete de Walter Martos seguirá la misma línea del que encabezaba Pedro Cateriano?
Lo ocurrido con el gabinete de Cateriano permitió que el actual entre con un discurso mucho más centrado sobre el manejo de la pandemia. Creo que al final es una misma ruta en torno a destrabar inversiones. Estoy seguro que es la misma. Este premier va a arriesgarse un poquito menos en expresar cosas que busca este gabinete.
¿Por qué Pedro Cateriano tuvo un discurso en el que no se priorizaba como se debía a la salud?
El discurso de Cateriano fue para Confiep. Les dijo que iba a hacer una gestión de lujo para ellos. Además se juntó su soberbia y ego, y quiso darle un perfil ideológico a su intervención cuando los neoliberales son mucho más pragmáticos.
¿Por qué se puede ver a personajes como Roque Benavides, expresidente de Confiep, diciendo que hay un sesgo antiempresa en el gobierno?
Porque hay algo que no entiende la derecha peruana, no entienden que, en nuestro país, la élite de derecha ha sido bastante mediocre. Estamos a un año del bicentenario y no tenemos ninguna meta clara. Ni siquiera tenemos una nación construida como tal. La Confiep es parte de esa tradición. Como decía José Carlos Mariátiegui, lo que tenemos son clases dominantes y no clases dirigentes. Tenemos gente que ejerce el poder entorno a su interés particular. Además, desde hace un tiempo atrás están intentando gobernar directamente pese a que tienen gente que responde a ellos, como Ollanta Humala, Pedro Pablo Kuczynski o Martín Vizcarra.
¿Por qué un sector de la clase política insiste en catalogar a Martín Vizcarra como un político de izquierda?
El sector de la derecha que ha hecho más bulla es el más atrasado. Por eso alguna postura medianamente reformista les parece un sacrilegio y lo acusan. Pero Vizcarra, como Ollanta Humala, no choca con el gobierno sino que lo continúa. Que Martín Vizcarra no sea de la derecha que les guste no quiere decir que no sea de derecha. Además, también hay una desesperación por negar que esto es lo que ellos han construido. Es el modelo que ellos quieren, la constitución que ellos quieren y la Confiep gobierna.
¿Considera que los medios tomarán posición contra la izquierda para las elecciones de 2021?
Será una campaña mucho más fuerte porque estarán más desesperados. Pero cada vez que es más fuerte les sale peor. Cuando pusieron todos los recursos y trajeron a (Jaime) Bayly para hacer un programa contra Ollanta Humala, terminó ganando Humala. Cuando la derecha ataca a un objetivo de la izquierda los levanta. Verónika Mendoza no pasaba del 1% o 2% en octubre y terminó peleando el pase a segunda vuelta.
¿Sorprendió ver a aquellos que suelen tener el discurso del Estado mínimo pidiendo que sea el Estado quien rescate a las empresas privadas?
Es la clásica de los liberales. Se quejan del Estado, pero es este quien va a rescatarlos. Si no fuera por el Estado, ellos no hubieran amasado sus fortunas. Hay doscientas exoneraciones tributarias que benefician a estos grandes capitales, pero se asustan por un impuesto a la riqueza. Es parte de un discurso bastante débil del liberalismo en el Perú.
¿Cuál es el pensamiento político que tiene mejor impacto en las nuevas generaciones?
Cuanto más politización haya en la juventud va a haber una mejor sociedad y estos chicos que ahora vemos como libertarios van a estar en posiciones mucho más progresistas en unos años. La realidad se termina imponiendo y cada vez los jóvenes abrazan más temas como derechos, medio ambiente, entre otras cosas que representan avances con respecto a lo que hemos tenido antes.
En países como Argentina o Chile se pueden ver partidos de izquierda y tendencia socialista que participan en política sin recibir tantos ataques, ¿en qué momento se empezó a crear tantos prejuicios hacia la izquierda en el Perú?
Por nuestra propia incapacidad y el tema de Sendero Luminoso. El primero me parece más importante porque, incluso cuando Sendero Luminoso estaba en su momento de mayor acción y matanzas, la izquierda estuvo cerca de ganar las elecciones. El terruqueo fue una construcción posterior a la existencia de Sendero. Cuando estos existían, la izquierda tenían un muy buen performance electoral ganando alcaldías y gobiernos regionales, y todos tenían claro que no eran terroristas porque justamente esos alcaldes eran las personas que los de Sendero mataban. El terruqueo fue un discurso que instaló el fujimorismo en los años noventa. La principal dificultad fue que la izquierda no entendió el momento. La división ocurrida en los años noventa fue catastrófica y permitió el avance de Alberto Fujimori. También lo fue el no saber qué hacer ante la constitución fujimorista y que un sector de la izquierda participó de la Asamblea Constituyente de 1993 con lo que se legitimó esa constitución. El principal error fue nuestro y debemos tener autocrítica.
¿En los próximos años podríamos ver un país más politizado con partido mucho más sólidos?
Si hay partidos que se dedican a generar las bases de cambio, va a ocurrir. Mira lo que pasó en Bolivia con Evo Morales y el MAS. Evo tuvo un periodo muy corto de crisis y fue sacado con un golpe de estado orquestado desde Estados Unidos, pero su partido se ha quedado a hacer una resistencia heroica y hoy, frente a la crisis del gobierno de derecha actual, tienen una mayoría evidente y están en primer lugar en las encuestas. Lo importante es formar partidos. El Partido de los Trabajadores (Brasil) no ha desaparecido pese a la cárcel de Lula y el gobierno de Jair Bolsonaro, el peronismo que no es de izquierda pero sí progresista está presente y en Chile es evidente que la derecha se ha hecho añicos y el Partido Comunista está primero en las encuestas con Daniel Jadue.
¿Por qué en los últimos años los libertarios han adquirido gran popularidad en la región como ocurrió con José Luis Espert y José Antonio Kast?
Porque la derecha ha decidido entrar a la disputa de las redes y está bien porque son productos. Venden humo, son tipos que no tienen medio centímetro de seriedad. Hacen espectáculo y por ello su nivel es bastante superficial. No dicen nada nuevo. Que el Estado debe desaparecer lo dicen los neoliberales desde los noventa. Simplemente están diciendo lo que los neoliberales dejaron de decir porque se dieron cuenta de la realidad. Pero creo que es una moda pasajera. Porque a la hora de hacer política real es otro mundo. La derecha no va a dejar a los libertarios que lideren y van a estar empaquetados en las viejas derechas.
¿Coincide con el discurso de Perú como país minero?
La minería juega un rol importante. Pero el Perú no fue siempre un país minero. También es un país agrícola, textil y pescador. Creo que ningún esquema de desarrollo podría prescindir de la minería. Pero la pregunta es qué tipo de minería. ¿La de Yanacocha que destruyó una laguna y que ahora es un forado? ¿la de Cerro de Pasco que ahora es un cráter en medio de la ciudad? Cajamarca y Huancavelica, que son las zonas en que más se ha desarrollado la minería, ¿son las ciudades luz o siguen siendo pobres? Se tiene que negociar costos, porque se la llevan demasiado fácil, y las forma de explotación de la naturaleza.

Escrito por

Cristian Rebosio

25 años / Comunicador / Lima, Perú / Twitter: @crebosio95


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