Cuando en la noche del domingo el presidente Martín Vizcarra anunció el estado de emergencia, para muchos peruanos fue un alivio saber que podrían quedarse en sus hogares con menos riesgo de contagio. Otros, menos informados, tomaron el anuncio del mandatario con alegría y vieron este periodo de quince días como vacaciones con algunas restricciones. Pero hay un grupo de peruanos para quienes la medida del gobierno fue lo último que querían escuchar.

Por supuesto este grupo es el integrado por los trabajadores del sector informal y aquellos peruanos cuyos ingresos no corresponden a un pago mensual ni semanal sino a lo que pueden conseguir cada día en ventas ambulantes. A diferencia de los trabajadores del sector formal que recibirán su salario del mes de marzo sin mayores inconvenientes, las personas cuya economía familiar depende del 'día a día' no tendrán forma de tener ingresos durante estas semanas de cuarentena general.

Si bien el Ejecutivo dispuso que se otorguen bonos de 380 soles a las personas en situación de pobreza, la posibilidad que esta medida extraordinaria logre cubrir a la mayoría de peruanos que lo necesitan no es muy esperanzadora. En especial al tratarse de un país que no está acostumbrado a planes sociales y tendrá una situación complicada, en plena emergencia nacional, para identificar a quiénes darle el mencionado bono.

Por ello es urgente que el Estado tome medidas más drásticas para evitar que aquellos peruanos con economía precaria queden en una situación mucho más vulnerable durante la cuarentena. Para ello se puede tomar como ejemplo a países como Francia que optó por suspender cobros de agua, luz, electricidad, alquileres y gas. A ello se le debería aumentar prórrogas para quienes tienen deudas bancarias y entrega de alimentos de primera necesidad de manera gratuita en distritos de bajos recursos. 

Si de algo no quedan dudas, y a nivel mundial, es que la lucha contra el Coronavirus y su propagación no la ganará solo un sector económico. Por ello urge una actitud solidaria de aquellos que se encuentran en una situación económica más estable o privilegiada, en especial del empresariado, y que no muestren oposición ante medidas solidarias que busquen garantizar las condiciones de vida de aquellos peruanos más necesitados.