Como era previsible, por tratarse de una pandemia, el Coronavirus llegó al Perú y empieza a propagarse. En la noche del sábado, llegaron a 43 los casos confirmados y será cuestión de días para que se esté hablando de una cifra de tres dígitos. La actitud del gobierno ante esta crisis de salud se podría calificar como acertada. La suspensión de clases y la prohibición de eventos masivos, aún cuando las personas infectadas apenas llegaban a los veinte, fue una decisión responsable especialmente en un país con un sistema de salud precario.

No obstante, y aunque durante el viernes y sábado el gobierno invocó a que la población se abstenga se estar en las calles, la mayoría ignoró edtas recomendaciones y las noches limeñas se vieron tan concurridas como la mayoría de fines de semana. Es por ello que urgen medidas mucho más drásticas por parte del gobierno para evitar que el Coronavirus escale con mayor rapidez. Lamentablemente, apelar a la responsabilidad de la población para evitar salir a las calles y a la buena voluntad de quienes recién llegaron al país para cumplir la cuarentena preventiva no funcionará.

Cuanto antes el gobierno debe disponer el cierre de centros comerciales, cines, bares, teatros y cualquier lugar de ocio. Además, se deben aplicar sanciones para quienes hayan ingresado en los últimos días al país y no cumplan la cuarentena. Si bien este tipo de medidas pueden parecer extremas, en países como el nuestro, en donde la salud pública es tan propensa a colapsar ante un mínimo aumento de la demanda, no se debería esperar a que el número de contagiados supere los mil para recién empezar a actuar.

Cuando en los noticieros se empezaba a escuchar sobre el Coronavirus y los estragos que causó en China, los países europeos no le dieron mucha importancia y siguieron sus rutinas sin temor alguno. Hoy, casi toda Europa está paralizada sin saber cuándo volverá todo a la normalidad y, pese a ser de primer mundo, su sistema de salud ha colapsado. No tiene sentido que nuestro país, que en atención a la salud es mucho más frágil, deba esperar más tiempo para tomar las precauciones necesarias.