Este martes el Tribunal Constitucional dio por finalizada la polémica que los exintegrantes del Congreso habían instalado al poner en duda la legitimidad de la disolución que tuvo lugar a finales de setiembre del año pasado. Por cuatro votos contra tres, el TC consideró que el presidente Martín Vizcarra actuó dentro del marco de la ley.

Aunque para la mayoría de peruanos no quedaban dudas que el presidente no había hecho nada ilegal, ya que se pudo ver en televisión la manera en que el presidente del parlamento y la mayoría de congresistas negaban la cuestión de confianza al ignorar al primer ministro, Salvador Del Solar, se esperaba que, tras la votación del día de ayer, los pocos políticos que se aferraban a la posibilidad del regreso del congreso acepten la realidad.

No obstante, lo que se ha visto en las últimas horas es un nuevo episodio que muestra lo malos perdedores que son los fujiapristas. Lejos de aceptar el resultado, se han dedicado a tratar de instalar teorías para deslegitimar el fallo del TC. Claro que en este desesperado intento queda expuesta su ausencia de fundamentos. 

Incluso se pudo ver a Ernesto Blume, miembro del TC, desconociendo el artículo 129 de la Constitución que le permite al Premier participar de las sesiones del Congreso en el momento que vea conveniente y solo está impedido de votar. 

Este accionar del fujiaprismo, además de demostrar su actitud poco democrática, nos debe tener en alerta. Las elecciones que se vienen muy probablemente serán desfavorables para ellos y no sería raro que intenten desconocer los resultados e instalar un nuevo psicosocial sobre la inexistente dictadura.