Candidatos misóginos
Esta semana, una universidad argentina decidió retirarle el título a un estudiante luego que este celebrara su graduación disfrazado de víctima de feminicidio. Además de tener que llevar un curso sobre género, el joven de nombre Tomás Vidal tendrá que rehacer su tesis si se quiere recibir. Todo ello como parte de un necesario esfuerzo por concientizar a la población sobre el grave problema que representa la violencia contra la mujer y desalentar ese tipo de actitudes.
La realidad del Perú no es muy distinta a la de Argentina. La violencia de género también es un flagelo que las mujeres peruanas padecen día a día. Según informa el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, este año se han registrado más de 152 feminicidios entre enero y noviembre de este año. Pero, a diferencia de Argentina, aquí quien se burla de esta terrible realidad no es un estudiante universitario sino los candidatos al congreso.
Durante estos últimos días, Beatriz Mejía, candidata por el partido Avanza País, minimizó las agresiones de las que son víctimas las nuejres en el Perú afirmando que "No son tantas las violadas". Mientras que días después, Justo Balmaceda, candidato del partido Contigo, en un desesperado intento por defender su postura en contra del aborto en casos de violación dijo "Solamente entre 15 mil y 20 mil son casos de violación" restándole importancia a esas cifras.
Es preocupante que con la difícil realidad que afrontan las mujeres en el Perú y la cual no se está logrando combatir, los que pretenden ocupar curules desde el 2020 no tengan la intención de darle prioridad, antepongan sus fanatismos religiosos o conservadores y consideren insuficiente el número de víctimas. Si algo no necesita el Perú, y en especial las mujeres, son políticos misóginos.