El privilegio de estudiar
La absurda muerte de Alexandra Porras y Carlos Campos en un local de McDonalds ha destapado un sinnúmero de verdades incómodas sobre lo que padecen los jóvenes que trabajan en cadenas de comida rápida y otros empleos en donde son explotados o conviven con la precariedad aun cuando están dentro de la formalidad.
Esto ha llevado a que se cuestione por qué los jóvenes aceptan estos puestos de trabajo bajo estas condiciones y en la respuesta se encuentra una triste realidad. Un gran número de los adolescentes que están trabajando lo hacen para poder pagar su educación universitaria. Lamentablemente, el paso del tiempo sumado a la indiferencia de los políticos nos ha conducido a una sociedad en donde la educación es un derecho únicamente en la Constitución, pero en la realidad es un privilegio.
La innecesaria muerte de Alexandra y Carlos en McDonalds, y que se suma a otros casos como el de los chicos que murieron atrapados en un contenedor en Las Malvinas, no solo debe derivar en una revisión de las condiciones laborales en el Perú. También se tiene que reflexionar sobre las oportunidades que se le está dando a los jóvenes. Hoy, la educación pública gratuita no satisface la demanda existente y se encuentra constantemente amenazada por recortes presupuestarios y falta de compromiso por parte de sus autoridades.
Por ello, es necesario que la clase política, sin importar la ideología de los partidos, establezcan como prioridad el fortalecimiento de la educación pública. Sin importar que tan rentable sea para un sector empresarial la privatización de la educación, lo que se debe fomentar desde el Estado es la creación de nuevas universidades estatales y un mayor presupuesto para las que ya existen.
De esta forma se podrá rescatar a los jóvenes de la precariedad y la explotación, y también se evitará que Perú termine como aquellos países, incluso varios de primer mundo, que tienen a su población joven aprisionada por préstamos estudiantiles que los llevaba tener su economía personal con un gran déficit antes de empezar a trabajar.