#ElPerúQueQueremos

Rpp

Falla en el sistema

Publicado: 2019-10-20


Tras cada crisis política que afrontaba un país sudamericano se había vuelto común escuchar sobre el caso chileno como ejemplo a seguir. Para la mayoría de presidentes de la región, que comparten la ideología neoliberal, Chile era todo lo que aspiraban a ser. Sin embargo, en cuestión de días, nuestro vecino del sur ha sido sede de las manifestaciones más radicales que se ha visto en el continente. Ni las marchas en Ecuador contra el aumento del combustible impuesto por Lenin Moreno ni los ajustes económicos de Mauricio Macri en Argentina condujeron a una situación de similar intensidad.

¿Qué pudo llevar a los chilenos a tomar medidas extremas que hasta los llevó a enfrentar sin miedo a los militares que tenían el aval de Sebastián Piñera de reprimir al pueblo? Lo que ha trascendido a nivel internacional es que este descontento de la población se originó con el alza de los pasajes de transporte público. Pero basta escuchar un poco al ciudadano chileno para saber que el tema de los pasajes fue la punta de un iceberg de injusticias, abusos y errores del neoliberalismo.

Porque detrás de las marchas que entre viernes y sábado alcanzaron su punto más álgido también estaba un país cansado de deudas universitarias, pésimo sistema de salud, pensiones miserables, precariedad laboral y déficit en la educación pública, y existen estos problemas en todos los puntos mencionados precisamente porque el gobierno de Sebastián Piñera optó por un modelo económico que favorece empresarios y precariza a la clase media y baja que en todo país sudamericano sigue siendo la mayoría de la población.

Quizá sí deberíamos hacerle caso a los políticos y economistas neoliberales que pedían mirar a Chile. Pero miremos la imagen completa, esa del pueblo consumido por la ira que genera la injusticia e indolencia del sistema y no solo veamos unos cuantos indicadores económicos que únicamente benefician a un sector acaudalado de la población. Que lo ocurrido en Chile sea un mensaje para la clase política del resto de Sudamérica que hasta el momento pretende sostener sin la más mínima autocrítica un modelo económico que no satisface las necesidades de la mayoría. En Chile la insatisfacción llegó a un punto insostenible y puede pasar en cualquier país del continente si los políticos pretenden seguir gobernando de espaldas al pueblo y de rodillas ante los ricos.


Escrito por

Cristian Rebosio

25 años / Comunicador / Lima, Perú / Twitter: @crebosio95


Publicado en