Este lunes se han cumplido dos semanas desde el cierre constitucional del congreso y, mientras algunos excongresistas como Yeni Vilcatoma van bsucando nuevas alianzas para volver a postular y otros como Roberto Vieira se desesperan por abandonar el país antes que la inmunidad pierda efecto, todavía existe un grupo parlamentarios que parecen no haber procesado los hechos del 30 de setiembre.

Quien encabeza a estos congresistas es el presidente de la Comisión Permanente, Pedro Olaechea y es respaldado por los fujimoristas que todavía continúan en el Perú. La prioridad de estos autodenominados defensores de la democracia y la Constitución es aferrarse a lo que sería un fallo inédito del Tribunal Constitucional que les de la razón y, casi al mismo tiempo, buscar que el pariente de Olaechea jure en como nuevo miembro del TC.

Pero, en estos desesperados y probablemente últimos intentos por aferrarse a la fantasía de volver al congreso y vacar a Vizcarra, lo que están logrando es evitar que el país pueda continuar y pueden ser generadores de incertidumbre ante el resto del continente. Es momento que los fujimoristas y sus aliados superen la derrota y permitan que el Perú siga funcionando. Si están convencidos que hicieron un buen trabajo en el congreso que intenten retomar el poder de manera democrática participando de las próximas elecciones y no tratando de recibir favores del TC.