Este viernes llamó la atención ver que en las redes sociales hicieron circular una desafortunada comparación entre el dictador chileno Augusto Pinochet y el presidente Martín Vizcarra. Si bien esto podría haber pasado como otro intento para confundir y generar caos por parte de los 'fujitrolls', a quienes no les genera verguenza alguna usar temas sensibles como terrorismo y genocidios, lo que hizo que esto tome mayor relevancia fue que uno de los difusores ha sido el miembro del directorio del Banco Central de Reserva del Perú, Rafael Rey.

Paradójicamente, Rafael Rey pretende dar a entender que el Perú ha sido víctima de un golpe de estado pero no ha visto afectada su continuidad en el BCRP ni ha renunciado a ser parte de lo que, según su pensamiento, es una dictadura. Caso que inútilmente algunos partidarios naranjas han tratado de justificar diciendo que el Banco Central de Reserva es independiente del ejecutivo pero obviando que si se tratase de una dictadura esta difícilmente respetaría esta independencia. Esta situación convertiría el Comunismo-vizcarrista, como lo definió la excongresista Bartra, en la dictadura post golpe de estado más extraña de la historia.

No obstante, lo peor que podía hacer el exministro aprista también devenido en conductor de televisión era dirigir la atención de la población en el BCRP. Porque al revisar el directorio se puede encontrar que Rafael Rey, quien fue colocado en el cargo por elección de la mayoría del congreso, no solo carece de experiencia en el sector sino que no ha tenido formación en economía y, además, en ese directorio también se encuentra José Chlimper, exsecretario de Fuerza Popular e investigado por lavado de activos. En su intento por desestabilizar al gobierno, han puesto en evidencia a los pocos colaboradores que le quedaba al fujimorismo en puestos importantes.