Una pelea necesaria
Como en toda crisis política, existe un grupo que apuesta por no tomar partido por ninguno de los actores en conflicto. No con un espíritu conciliador sino con uno oportunista debido a que su objetivo es poder ser socio de quien sea que gane la disputa. En este grupo que va haciendo equilibrio por no quedar asociado a ningún bando podemos encontrar políticos, analistas y hasta periodistas, y pareciera que todos han apostado por un mismo discurso que busca el fin del conflicto, sugiere que el país tiene otras urgencias y proponen la creación de una agenda común entre el Ejecutivo y Legislativo. Pero es ahí donde cometen un gran error.
Porque una agenda en común con el fujimorismo difícilmente sería en beneficio de la mayoría de peruanos y se puede llegar a esta conclusión repasando las acciones de Fuerza Popular en el congreso. Cuando la bancada naranja no estuvo buscando obstruir las propuestas de Vizcarra y sus ministros, legislaron en favor de sus amigos y socios. No debemos olvidar la famosa Ley de empleo juvenil propuesta por Rosa Bartra con la que buscaban entregar los conocimientos, tiempo y esfuerzo de estudiantes universitarios a las empresas sin ningún pago de por medio bajo la excusa de ganar experiencia. También se recuerda que, el también fujimorista, Miguel Torres promovió la reducción de impuestos a los grandes casinos mediante un decreto supremo a finales de 2018.
Si esas son las prioridades de Fuerza Popular, no se puede pensar en elaborar una agenda con ellos porque han demostrado no tener nada en común con la mayoría de peruanos. Negociar con ellos es negociar con la impunidad, el delito y lo peor del pasado.
El fujimorismo gastó su última bala con la Comisión de Venecia y fracasó. Ahora nada puede ocultar que sus acciones no están amparadas por la supuesta persecución política. Es momento de no tener miedo y entender que esta pelea es necesaria. Quienes prefieren el silencio o su cobardía es tan grande que se resignan a dejarle el camino libre al fujimorismo deberán hacerse a un lado y ver a los que realmente quieren al Perú luchando por él.