Que un congreso con una creciente desaprobación y prácticamente ningún tipo de representación del sentir de la mayoría de peruanos pretenda pedir la vacancia presidencial pareciera sacado de un sketch de algún programa cómico. Lamentablemente esta situación absurda está siendo llevada a extremos inimaginables y quienes están impulsando la salida del presidente Martín Vizcarra son aquellos congresistas que están estrechamente vinculados con casos de corrupción. Uno de ellos es el exintegrante de Peruanos Por el Kambio, Salvador Heresi.

El también exalcalde de San Miguel ha emprendido una sobreactuada campaña de victimización con la que busca que los peruanos crean que él es un político incómodo para el poder al que están intentando silenciar y por eso debe impulsar la vacancia. Todo ello pese a que su trayectoria política podría ser calificada como intrascendente de no ser por su participación en hechos cuestionables como el que involucra a su hermana, quien tuvo un contrato con el Estado pese a que está prohibido por ley. Aunque no sería la única de la familia debido a que su hermano, Carlos Heresi, figuraba como proveedor del Callao cuando Alex Kouri era gobernador, tal como lo reveló una investigación del periodista Carlo Navea.

Pero Heresi continuó con el show en el que caracteriza a un perseguido político y, lejos de dar una explicación, intentó amedrentar a la prensa. No obstante, las evidencias no están del lado del vicepresidente del Congreso y las pruebas de su cercanía a Alex Kouri o al prófugo Félix Moreno abundan. Si el impulsor de la vacancia es un personaje como Heresi, es claro que esta no debe proceder porque significaría dejar al Perú hasta 2021 en manos de políticos sin verguenza alguna y que intimidan a periodistas cuando los investigan.