Minería para algunos
El día viernes se suspendió la construcción del proyecto Tía María y, como era de esperarse, los economistas y analistas que venían dándole seguimiento al caso no tardaron en pronunciarse pronosticando un futuro apocalíptico para la minería en el Perú y alguno hasta llego a decir que se trataba de una traición a la patria.
Sin embargo, que esta indignación provenga de un reducido grupo expone la principal falencia que ha persistido a lo largo de la historia minera de nuestro país. Es evidente que, contrario a lo que sostienen quienes estaban a favor del proyecto Tía María, la minería no está siendo tan beneficiosa ni mucho menos representa una oportunidad de desarrollo para la región en que se lleva a cabo. De lo contrario, los resultados estarían a la vista de todos y el apoyo a las mineras vendría de la misma población de la zona y no casi en su totalidad de sectores acaudalados que además residen en Lima.
El conflicto que ocurrió durante estas últimas semanas en Arequipa debe llevar al Estado a tratar una ley de minería enfocada principalmente en el cuidado del medio ambiente y la calidad de vida de las poblaciones aledañas.
Que el Perú sea un país que posee innumerables recursos no significa que estos deban ser explotados de manera indiscriminada. Lo que sería una verdadera traición a la patria sería vivir en un estado de completa sumisión a los deseos de inversores a quienes poco o nada les importa el bienestar de los peruanos. Por ello necesitamos un gobierno que asuma el papel de defensor de los intereses de todos los peruanos.