¿Flexibilización o precariedad laboral?
Cuando aparecieron las aplicaciones que ofrecían servicios de entrega rápida tuvieron una gran acogida. La facilidad con que una persona podía inscribirse para realizar este trabajo y la rapidez del servicio llevó a que alcancen gran popularidad en poco tiempo. El apogeo de estas aplicaciones fue tal que incluso hizo que pasen por alto que se trataba de un tipo de trabajo informal.
Hasta hace unos meses el servicio ofrecido por estas aplicaciones parecía ser compatible con el delivery que la mayoría de restaurantes suelen ofrecer. No obstante, semanas atrás se ha dado inicio a lo que podría ser una peligrosa tendencia. Cadenas de restaurantes han empezado a prescindir de un servicio propio de entregas e incitan al usuario a usar las aplicaciones.
Esto no resulta un problema para el consumidor, pero sí pone en peligro a quienes desarrollan esta actividad. Esto debido a que las famosas aplicaciones no son una empresa que ofrece un contrato y, por lo tanto, no existe un sueldo fijo ni seguro en caso de accidentes.
Para algunos economistas esto debe dar pie a la flexibilización laboral que elimina el salario mínimo y reduce beneficios. Con ello pretenden que el servicio ofrecido por las aplicaciones no necesite realizar ningún cambio para ingresar al mercado formal. Sin embargo, esta situación podría conducir a la precariedad laboral. Como ocurre en el caso del servicio de entregas, en donde ahora los empleados tendrán que trabajar un número mayor de horas para que las comisiones puedan aproximarse al salario que antes recibían. A ello se le suma que estarán totalmente desprotegidos en caso de un accidente.
Adaptarse y trabajar en conjunto con los avances de la tecnología es algo que la sociedad debe hacer. Sin embargo, esto no puede ser en perjuicio del trabajador. En nombre de la inclusión de más personas al trabajo formal no se pueden perder derechos ni encaminarse a la explotación laboral.