Sin excusas
Con la detención del expresidente Alejandro Toledo se ha sepultado la famosa persecución que el fujimorismo alegaba para poner a Keiko Fujimori como una presa política. Si algo se les debe reconocer a los encargados de las investigaciones de estos casos de corrupción es que han ido en búsqueda de todos los culpables sin importar si eran protagonistas o personajes desaparecidos de la escena política actual.
Cuando ocurrió la detención de la lideresa del Fuerza Popular, sus congresistas pretendían instalar que los fiscales actuaban de esa forma para proteger a la exalcaldesa Susana Villarán y los expresidentes Pedro Pablo Kuczynski y Ollanta Humala. Sin embargo, cuando estos políticos entraron en las investigaciones y se pidió prisión preventiva, el fujimorismo fue incapaz de revisar su posición y mantuvo el argumento de la persecución política.
La inminente extradición de Toledo debería llevar a que los integrantes de Fuerza Popular terminen con su constante victimización y permitan a la justicia actuar. Se han detenido políticos sin importar su ideología política o el peso de sus agrupaciones y eso debería ser suficiente para que el congreso pase a tratar otros temas y deje de interferir.