No nos representan
Cuando en 2011, durante el juramento de Ollanta Humala como Presidente del Perú, los fujimoristas liderados por Martha Chávez irrumpieron con gritos la tranquilidad de la ceremonia de cambio de mando para defender la Constitución de 1993 debido a que el entonces ganador de las elecciones había decidido juramentar por la de 1979, nadie podría haber imaginado que ocho años después serían los mismos fujimoristas quienes intentarían cambiar la Constitución que tanto defendieron en su momento.
Aquellos que en más de una oportunidad alegaban que la Constitución de 1993 no debía sufrir modificaciones porque gracias a ella estaba garantizada la democracia en el Perú, hoy están dispuestos a realizar los cambios que sean necesarios para aferrarse a su lugar en el Congreso e impedir que se realicen las reformas políticas que el pueblo apoya. En otras palabras, quieren cambiar artículos de la Constitución como parte de una desesperada medida para impedir que se respete la voluntad de un pueblo que se ha expresado de manera democrática y para ello vienen tomando acciones que muestran su intención de amedrentar al Ejecutivo.
Ejemplo de ello es el proyecto de ley presentado por la congresista de Fuerza Popular, Alejandra Aramayo, con lo que el fujimorismo y sus aliados pretende extorsionar a los ministros. Por un lado buscan que para la cuestión de confianza sea necesario que todos los ministros estén de acuerdo y por otro que, si se llega censurar un gabinete, ninguno de sus integrantes pueda volver a ocupar un ministerio. Con ello es más que evidente que no tienen intención de aceptar las reformas políticas y para evitar que se insista buscan desestabilizar al ejecutivo amenazando con obstaculizar y paralizar el trabajo de todos los ministerios.
El fujimorismo, al igual que muchos de los grupos políticos que los apoyan, sabe que no tiene futuro luego de 2021 y eso hace que no tenga nada que perder al frenar el progreso del país e ignorar la voluntad de la gente que apuesta por la reforma política. Si la democracia está en peligro no es debido a Martín Vizcarra sino a Fuerza Popular, el Apra y sus cómplices que se niegan a aceptar que el Perú quiere un camino alejado de ellos. Hace mucho que este congreso dejó de representar el sentir de los peruanos y su defensa no es en favor de la democracia sino de la corrupción.